La participación de la Comisión de Comunicaciones de las Autoridades Tradicionales Indígenas de Colombia – Gobierno Mayor en el encuentro de diplomacia cultural realizado en Santiago de Chile, entre el 23 y el 27 de junio de 2025, representó un hito en la proyección internacional de los pueblos indígenas colombianos. En este espacio, cargado de espiritualidad, memoria ancestral y reflexión crítica, se reafirmó el papel de las autoridades tradicionales como actores legítimos y necesarios en el escenario de la diplomacia indígena continental. Esta presencia se dio en el marco de la Estrategia de Diplomacia Cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, pero también respondió al ejercicio de autonomía política y comunicacional de los pueblos indígenas que, a través de Gobierno Mayor, han venido posicionando sus propias agendas.

La Comisión de Comunicaciones de Gobierno Mayor participó activamente como parte de esta delegación, no solo registrando los momentos clave del proceso, sino también asumiendo un rol protagónico en la construcción de narrativas que desde el sentir de los pueblos originarios abordan temas como los derechos humanos, la identidad, la gestión cultural, el despojo territorial y la lucha por la vida. El comunicador indígena e intercultural Over Hernán Majin, también conocido como Chasky Majin, fue designado como delegado para acompañar la agenda diplomática desde la comunicación propia. Su trabajo, en calidad de miembro activo de la comisión, se centró en visibilizar las voces, testimonios y apuestas de las autoridades tradicionales indígenas presentes en este espacio, conectando la espiritualidad, la palabra viva y la memoria histórica con los desafíos contemporáneos que enfrentan los pueblos indígenas en América Latina.

La participación de la lideresa yanakuna Alba Cecilia Palechor Tintinago —quien fue protagonista de diversos círculos de palabra, conversatorios y espacios académicos en Chile— estuvo en todo momento respaldada por la visión colectiva de Gobierno Mayor. Más allá de un ejercicio individual, su presencia reflejó una apuesta nacional de los pueblos indígenas organizados por incidir en la política exterior del Estado colombiano desde sus propias epistemologías, símbolos y luchas. En este sentido, el acompañamiento de la Comisión de Comunicaciones no solo tuvo un valor técnico y documental, sino profundamente político: se trató de asegurar que los relatos sobre las luchas indígenas no fueran interpretados ni traducidos por terceros, sino contados desde la raíz misma, desde los saberes ancestrales, la palabra ceremoniosa y la resistencia cotidiana.

Este ejercicio de comunicación propia en un escenario internacional reafirma el compromiso de Gobierno Mayor con una diplomacia indígena viva, articulada, espiritual y profundamente territorializada. También pone en evidencia la necesidad de fortalecer los procesos de formación, circulación e intercambio entre comunicadores y comunicadoras indígenas de todo el continente, como herramientas estratégicas para defender los derechos colectivos, la diversidad cultural y los territorios en disputa. En definitiva, lo vivido en Chile fue una muestra concreta de cómo la comunicación indígena es, hoy más que nunca, un pilar de la autodeterminación y una fuerza vital en el diálogo global desde los pueblos.