¿Dónde están?, es la pregunta que sigue inquietando a muchas de las familias de las víctimas de la desaparición forzada, hechos que han dejado dolor, muchos interrogantes y la secuela de una cruda realidad. 

La desaparición forzada es un problema mundial que no afecta únicamente a una región concreta del mundo, éstos hechos víctimizantes, que en su momento fueron principalmente el resultado de las dictaduras militares, hoy en día son producto de situaciones complejas de conflicto interno, especialmente como método de represión política de los oponentes. 

Sin duda alguna, un motivo de especial preocupación, es el acoso a los defensores de derechos humanos, ambientalistas, líderes sociales, y nuestras comunidades que a diario son silenciados; a su vez los parientes de las víctimas, los testigos y los abogados que se ocupan de los casos de la desaparición forzada; y la todavía generalizada impunidad por ésta práctica.

Lo que sabemos de los desaparecidos en Colombia

En un país como Colombia, las cifran hablan por sí solas.

Según el Centro Nacional de Memoria Histórica, sobre los perpetradores, sabemos que los grupos paramilitares fueron responsables del 46,1% de los casos registrados entre 1970 y el 2015 (un total de 13.562); las guerrillas, del 19,9% (5.849); los grupos posdesmovilización, del 8,8% (2.598) y los agentes del Estado, del 8% (2.368). Conocemos que este fenómeno se ha presentado en 1.010 municipios de los 1.115 del país, y que las regiones más afectadas son el Magdalena Medio, el oriente Antioqueño y el Valle de Aburrá.

No obstante, bajo el legado “hay futuro si hay verdad”, la Comisión de la Verdad presentó su informe final, unresultado de cuatro años de investigación, que consiste en un proceso de esclarecimiento, que cumplió con el mandato consignado en el Acuerdo Paz de La Habana, firmado en 2016 entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP, de dilucidar los patrones y la persistencia del conflicto armado y reconocer, y dignificar a las víctimas en el país y en el exilio, que sufrieron sus consecuencias.

Este informe tiene un espacio donde se contemplan los puntos clave para entender cómo ha sucedido la desaparición forzada en Colombia, pues han sido las mismas familias, en especial las mujeres, quienes se han dado a la tarea de recorrer morgues, hospitales, cárceles, campamentos de grupos armados o cualquier lugar con la esperanza de encontrar algún rastro, historias que relatan de la cruda realidad de las secuelas que ha dejado un conflicto de más de 50 años.

Nuestros Pueblos Indígenas no son ajenos 

¡Prohibido olvidar!

Un claro ejemplo, es el caso de nuestro compañero y hermano Luis Chamapuro, líder indígena del Pueblo Wounaan en el departamento del Chocó, quien fue reclutado ilegalmente por grupos al margen de la ley, hecho que desde la Organización Autoridades Tradicionales Indígenas de Colombia Gobierno Mayor, se denunció y exigió seguimiento de su estado, solicitando se iniciaran diálogos, trasladando a una Comisión Humanitaria que verificará el estado de riesgo de la población, el paradero del compañero y las posibles vulneraciones de DD.HH. en contra de los Pueblos Indígenas que ya se estaban manifestando en la región. Aun así, la desaparición y posterior asesinato del líder indígena fue inevitable, la desprotección y el abandono por parte del Gobierno Nacional fue más que evidente.

Ya han pasado dos meses y 10 días, desde que cuatro jóvenes Wounaan; estudiantes de la Institución Educativa Indígena de Buenavista fueron reclutados forzosamente en Playa de Orpúa – Chocó. Hasta la fecha no existe ninguna información que de cuenta del paradero de estas personas, por eso PEDIMOS CON URGENCIA al presidente de la República Gustavo Petro, instituciones y organismos internacionales, sumar esfuerzos para adelantar las labores investigativas y diplomáticas adecuadas que permitan el regreso con vida de los cuatro jóvenes a sus hogares. #NoMásDesapariciones 

Es claro que los índices de violencia que enfrentan nuestras comunidades van desde hostigamientos, estigmatización, amenazas, criminalización y lo peor de todo, ataques contra la vida. Debido a todos estos acontecimientos, los territorios indígenas en Colombia y sus comunidades se encuentran en estado de riesgo y vulneración al inminente exterminio físico y cultural, por la crisis humanitaria que viven en la actualidad.

Por ellos y por todas las víctimas más que ha dejado secuelas no sólo en nuestros territorios, sino en el corazón de familiares que sufren el drama de la desaparición, guardando la esperanza de saber; ¿dónde están?, ¿qué pasó?, hacemos un homenaje hoy en el Día Internacional de la Desaparición Forzada.

¡Los Pueblos indígenas lucharemos hasta que el sol se apague!

#NiUnoMás #QuePareElGenocidio